Una visita al taller de Carmela Blanco
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| Carmela Blanco en su taller |
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| Silvina Amigini y Carmela Blanco |
(Buenos Aires)
La magia empezó
con un viaje en combi que reunió a un pequeño grupo de periodistas culturales. Dejamos
atrás el ritmo frenético de la ciudad para sumergirnos en una mañana diferente
en Vicente López, donde la artista Carmela Blanco nos abrió las puertas de su
taller y su mundo en un encuentro exclusivo, lejos de los formalismos.
Iban también al taller abierto dos diplomáticos, el Ministro Gustavo Miranda Valenzuela, de la Embajada del Paraguay y su esposa Karina y la directora de la Casa de Rusia en Buenos Aires Dina Oyun.
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| escultura "La Dotora" |
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| el taller de Carmela Blanco |
El martes 18 de
noviembre,el sol del mediodía bañaba la casa-taller de Carmela Blanco,
transformando el espacio en un santuario iluminado para este preview de prensa.
A diferencia de una típica inauguración nocturna, este fue un recorrido privado
y personal, donde el silencio y la calma permitieron una conexión más profunda
con las obras.
La artista,
junto a su curadora Silvina Amighini , nos guió a través de sus nuevas esculturas. Pudo no haber
habido música, pero sí una melodía de ideas. Fue durante este recorrido donde surgieron
las historias más íntimas detrás del metal y la madera. Al preguntarle por una
obra en particular, "La Dotora", Carmela compartió una conmovedora
anécdota: la pieza comenzó a tomar forma sin un plan definido, y de pronto, la
imagen emergente le recordó intensamente a su madre, quien era psicoanalista. A
partir de ese momento, conscientemente, fue armándola para que se le pareciera.
Al terminarla, el título vino solo, inspirado en el recuerdo de una asistente
de su madre que, con cariño y respeto, le decía "dotora".
Esta confesión
nos permitió atisbar el corazón de su proceso. El sonido de sus explicaciones
sobre la transformación de materiales reciclados daba vida a piezas como
"Egipcia" y "Cerebro mágico", pero la historia de "La
Dotora" nos mostró la fuerza de la memoria y el inconsciente que guía sus
manos. Fue un verdadero background periodístico, una clase magistral informal
sobre resiliencia material y, también, emocional.
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| el Ministro de la Embajada de Paraguay Gustavo Miranda Valenzuela conversa con Carmela Blanco |
El momento de
confraternidad llegó con un brindis bajo el sol del mediodía. Se presentó el
vino Inmenzo, el proyecto enológico de Enzo Francescoli, marido de Carmela,
añadiendo una capa de historia personal a la experiencia. La sommelier Patricia
Castro Iturbe y el productor del vino Mariano (Nani) Di Paola nos introdujo a
los matices de este Chardonnay del Valle de Uco, que degustamos junto a un
exquisito lunch. Fue en esa mesa, entre sorbos y bocados, donde la conversación
entre colegas fluyó con naturalidad, mezclando arte, vida y anécdotas.








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