Dos Propuestas en Barrakesh: Sara Stewart Brown y Samanta Abugauch

 

 

Sara Stewart Brown en la presentación para
la prensa



 

(Buenos Aires)

 

La galería presenta de manera simultánea "Fin de Fiesta", la íntima reflexión post festiva de Stewart Brown, y "Felices por siempre", la pintura desmesurada de Abugauch, en un diálogo de contrastes.

"Fin de Fiesta": Los textos secretos de Sara Stewart Brown

 

En la galería Barrakesh, la muestra "Fin de Fiesta" de Sara Stewart Brown no solo se veía, se experimentaba. La artista, especializada en grabado, lleva su serie "Papelitos de colores" a un nuevo estadío de melancolía reflexiva. Entre estas obras, unas piezas especiales guardaban un secreto: pequeños tesoros literarios que, gracias a la artista, ahora podemos leer sin lupa.

 


el mural visto desde la calle,
abajo un grafitti


Curada por Dafne Cejas Galiano, la exposición marca una transformación en el proceso creativo de Stewart Brown. Según el texto curatorial, "la perfección y el meticuloso detalle en cada incisión —mediante técnicas de papercut— han perdido ese vigor característico de etapas previas. En su lugar, emergen composiciones que enfatizan una melancolía post festiva, destacando el contraste entre la euforia pasada y el vacío presente, así como la belleza de lo que cambia y se termina". Este viaje se inicia con intervenciones monumentales, como el mural "Papelitos Alu XXL" en la fachada del edificio en Retiro y una impactante pieza de 6x7 metros en el interior, para luego concentrarse en la miniatura y la intimidad.

 



Al recorrer la exposición, algunas piezas exigían más que una mirada; demandaban una intimidad. Eran aquellas que escondían, en su superficie, fragmentos de textos de autores como Silvina Ocampo, Hemingway, Mujica Lainez y Capote, escritos con una letra tan minúscula que convertían la lectura en un ritual. La lupa, herramienta fundamental ofrecida al espectador, ya no era un simple accesorio sino un símbolo: la llave para acceder a una capa más profunda de significado. En mi caso, la curiosidad pudo más y, tras pedírselos a la artista, Sara Stewart Brown amablemente me compartió los textos. Esta nota es, también, un acto de compartir ese descubrimiento.

 

Los textos: la voz de la fiesta terminada

 

El texto curatorial profundiza en este concepto: "Sara profundiza esta reflexión sobre lo residual mediante fragmentos de obras literarias [...] En ellos el final de la celebración se describe con un tono de desilusión persistente que, graficado de diversas maneras, simboliza el colapso de ilusiones compartidas y la emergencia de una realidad cruda". Los textos, ahora revelados, son el corazón de esta investigación.

 

Los Secretos de Papel: Los Textos Revelados

 

Gracias a la generosidad de Sara Stewart Brown, podemos ahora leer los fragmentos que dialogan con sus obras. Estos textos, que en la galería eran un susurro visual, resuenan ahora con toda su fuerza literaria.

 

1. Fragmento de El unicornio (1965), de Manuel Mujica Lainez

"Los invitados exhaustos de tanto reír y fingir, se despiden con besos fríos. Quedé sola en la terraza, viendo cómo las luces de la fiesta se apagaban una a una como las estrellas que mueren sin ruido."

 

2. Fragmento de Desayuno en Tiffany's (Capítulo 3), de Truman Capote. Traducción de Julio Gómez de la Serna.

"La fiesta terminó de golpe, como si alguien hubiera apagado un interruptor. Los invitados se dispersaron en un murmullo de buenas noches falsos, y el salón quedó vacío, con los ceniceros rebosantes, las copas a medio beber, reflejando la luz mortecina de las lámparas."

 

3. Fragmento del cuento "El pecado mortal", de La furia y otros cuentos (1959), de Silvina Ocampo

"Cuando la fiesta terminó las máscaras cayeron al suelo y los rostros emergieron pálidos bajo la luz del amanecer, cargados de secretos no dichos."

 

4. Fragmento de The Sun Also Rises [Fiesta], Libro III, Capítulo 19, de Ernest Hemingway

"The fiesta was finished. The city was empty. Everybody had gone."

(En español: "La fiesta terminó. La ciudad estaba vacía. Todo el mundo se había ido.")

 

No es un detalle menor que la novela de Hemingway, cuyo título en español es justamente "Fiesta", cierre esta selección con una de las frases más lapidarias y melancólicas sobre un final.

 

Conclusión: La herencia del después

 

Como señala el texto curatorial, en esta reflexión sobre lo residual también destaca el artista Federico Manuel Peralta Ramos, "quien en 1968 usó una beca Guggenheim para un banquete 'La última cena', performance efímera y absurda". En su carta irónica a la fundación explicando el destino de los fondos, Peralta Ramos se refiere al final de la fiesta, parafraseando: “exhaustos pero felices, el silencio revelaba lo absurdo de todo y el esplendor efímero del arte vivo”.

 

Al reunir estos textos, la obra de Stewart Brown se inscribe precisamente en esa tradición donde, como concluye la curaduría, "la fiesta como evento participativo [...] fusiona arte y vida". Es la herencia de un Peralta Ramos justificando el gasto de una beca en una fiesta, argumentando que "la vida es una obra de arte". Stewart Brown parece tomar esa consigna, pero para explorar lo contrario: no el acto festivo, sino su rastro, el momento en que la vida, tras ser obra de arte, deja caer la máscara. Los "papelitos" de Sara, entonces, no son solo desechos, son las pruebas de una investigación sobre lo que queda cuando se apagan las luces: jerarquías, soledades y pequeñas miserias, pero también la verdad pálida y reveladora del amanecer.

 

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Rodrigo Alonso curador de la muestra de Samanta Abugauch 
haciendo un recorrido por la muestra 




Diálogo de contrastes: "Felices por siempre" en el piso superior

 



Mientras en el piso principal reina la melancolía post festiva de Stewart Brown, el piso superior de Barrakesh presenta "Felices por siempre", el solo show de Samanta Abugauch con curaduría de Rodrigo Alonso.



 Según el curador, "las pinturas de Samanta Abugauch llaman la atención por su potencia arrolladora. Todo en ellas es arrebato, intensidad, desmesura". A primera vista recuerdan a la pintura de caza victoriana, pero el parecido es solo superficial: "esos conjuntos de animales 'son símbolos psíquicos, emocionales y culturales que condensan sentidos complejos'".

 En obras como Pavlova (2025) -una pintura monumental de diez metros- o la que da título a la muestra, Felices por siempre (2025), Abugauch explora la ambivalencia. Sus cisnes y cigüeñas oscilan entre la amenaza y la placidez, entre lo lúdico y lo funesto. "La animalidad aparece como una suerte de deseo ingobernable", escribe Alonso, "que puede actuar incluso como una amenaza en contra de sí mismo, como esa pulsión de muerte que, al mismo tiempo que exalta la vida, la empuja hacia la extinción".

 Así, Barrakesh teje un diálogo fascinante: la intimidad reflexiva del "fin de fiesta" en la planta baja contrasta con la desmesura pulsional del "felices por siempre" en el piso superior, creando un ecosistema expositivo donde la quietud y el arrebato se potencian mutuamente.

 

Ambas muestras pueden visitarse de jueves a sábados de 14 a 19 h en Dr. Ricardo Rojas 446, Retiro, CABA.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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